Reciclar plástico, ¿por qué es tan importante?
El plástico es un material versátil, duradero y muy económico que podemos encontrar en una enorme cantidad de productos y en diversos sectores industriales. Sin embargo, conforme su consumo ha ido aumentando, también lo ha hecho su impacto en el medio ambiente. De ahí que sea más interesante que nunca conocer la importancia de reciclar plástico.
En este post te contamos por qué reciclar plástico es clave para el futuro de nuestro planeta y cómo puedes colaborar en ello.
¿Para qué sirve reciclar plástico y por qué debemos hacerlo?
Existen campañas que defienden la eliminación total del plástico. Sin embargo, es importante entender por qué para determinados usos se emplea este elemento y no otros. Los motivos los podemos encontrar en sus ventajas sobre otros materiales. El plástico es muy ligero, lo que implica que se reduzca el peso en transporte, ahorrando emisiones CO2. Además, es barato y versátil por lo que puede utilizarse en infinitas formas. Por si esto fuera poco, y al contrario de la creencia popular, el plástico es un material 100% reciclable siempre que éste sea puro en su fabricación.
En realidad, la razón por la que este material se considera nocivo para el medio ambiente es su gran durabilidad, ya que puede tardar entre 100 y 1000 años en degradarse. Por eso, es tan importante reciclar plástico. Además, al hacerlo estaremos empleando menos materias primas y recursos naturales.
Por otro lado, reciclar plástico disminuye el consumo de energía o, lo que es lo mismo, reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera. Para que te hagas una idea, se estima que cada kilo de plástico reciclado supone que se dejen de expulsar 1,5 kilos de CO2, un dato muy positivo para la reducción del efecto invernadero.
Por último, no podemos olvidar que la Comisión Europea ha puesto en marcha una estrategia sobre la gestión de los residuos plásticos. El objetivo es que en 2030 todos los envases de este material puedan ser reciclables. Para lograrlo se pretende mejorar y ampliar las instalaciones de reciclaje y el sistema de recolección y clasificación. Algo que supondría la creación de hasta 200.000 nuevos empleos.
¿Qué plásticos se reciclan?
La mayoría de botellas, platos, vasos o envases están fabricados a base de plástico reciclable. Por ello, si los depositas en el contenedor amarillo es posible darles una segunda vida útil. Los plásticos que se pueden reciclar son los siguientes:
Tereftalato de polietileno (PET o PETE)
El PET es uno de los plásticos más utilizados y es bastante común verlo en botellas de agua y de alimentación en general. Además, es el tipo de plástico que más sencillo resulta de reciclar para convertir en nuevas botellas.
Polietileno de alta densidad (HDPE)
Es un material más denso y rígido que se suele utilizar para fabricar envases de lácteos, zumos o champús. Su resistencia a la humedad y dureza lo convierte en el material ideal para, una vez reciclado, fabricar plástico para la construcción o cubos de basura.
Policloruro de vinilo (PVC)
El PVC es un tipo de plástico rígido, duro y muy versátil ya que se puede utilizar para fabricar un montón de soluciones como botellas de champú y detergente, tuberías, o para embalar elementos no alimenticios. La parte negativa es que es uno de los plásticos menos reciclables debido a la gran cantidad de aditivos que contienen.
Polietileno de baja densidad (LDPE)
Es flexible, elástico e impermeable al vapor, por eso se utiliza mucho para hacer bolsas de alimentos, de basura o films transparentes. Al reciclar el plástico se pueden usar, por ejemplo, para fabricar nuevas bolsas.
Polipropileno (PP)
Este material, muy resistente a la presión, se utiliza sobre todo en la industria automovilística para la fabricación de tapones y tapas herméticas, aunque también se puede emplear para fabricar envases de alimentos, bolsas de cocción o utensilios de cocina como platos y cubiertos desechables. Es habitual reciclarlo para fabricar escobas, cepillos y carcasas de baterías de coches.
Poliestireno (PS)
Muy fácil de moldear, está presente en muchos componentes electrónicos, en vasos desechables o material de embalaje. Puede reciclarse para fabricar cubiertos de plásticos, marcos de matrículas y reglas.
Por seguridad alimentaria, el HDPE, el PVC, el PP y el PS no se pueden reciclar para obtener nuevos envases de comida. Además, en España el PET solo puede reutilizarse en botellas de agua y de refrescos, siempre y cuando el envase original contenga, como mínimo, un 50% de plásticos no reciclado.
¿Cómo podemos reciclar los plásticos?
Igual que ocurre con cualquier otro material, como podría ser el caso del vidrio, el papel o el cartón, el proceso de reciclar plástico requiere de varias fases para poder darle otra vida y convertirlo en un nuevo producto.
Fases del reciclado de plásticos
En total, el plástico tiene que pasar por cuatro procesos diferentes para poder ser reciclado. Estos son:
- Depósito de envases en el contenedor. El primer paso para poder reciclar plástico necesita de una importante colaboración ciudadana y por parte de las empresas. Por eso, es importante seguir concienciando a la población de lo necesario que es depositar cada tipo de residuo en su respectivo contenedor. En el caso del plástico, el amarillo.
- Recogida y traslado a la planta de selección. Los envases que previamente se introdujeron en los contenedores se trasladan a la planta donde se seleccionan y se clasifican por colores.
- Trituración y lavado. Cuando ya está lista la selección, los envases se trituran y se lavan para eliminar cualquier impureza que pueda haber, como las etiquetas de papel. Después se secan, se centrifugan y se homogenizan para lograr un color y una textura uniformes.
- Generación de un nuevo producto. Se le da al plástico una nueva forma y color según las necesidades y el uso. Posteriormente, debe pasar unos controles de calidad antes de que pueda ser utilizado.